martes, 7 de febrero de 2012

El lenguaje nos ayuda a cooperar


La cooperación es un tema que se viene tocando hace mucho tiempo pero al parecer por esta época es donde ha cogido su mayor fortaleza y hoy por hoy, es inevitable decir que hace parte de nuestras acciones diarias y nuestros encuentros con los demás.  

Ese acercamiento no es posible entre meros objetos nada más, son personas que deben hacer una especie de pacto, crear interés en lo que hacen y tratar de generar armonía entre los que allí se encuentren. Para lograr todo esto contamos con una herramienta que la hemos venido utilizando hace mucho tiempo, pero en realidad, nos falta mucho por aprender de ella, el lenguaje, que incrementa algunas fuerzas preexistentes que favorecen la evolución de la cooperación, a la vez que crean nuevas oportunidades para la acción colectiva.

Esta forma de comunicación ha estado en el olvido pero volviendo un poco más a él, las cosas van a empezar a volcarse de una forma bastante provechosa; son miles de problemas los que se evitarían: reducirían los malentendidos, las peleas, los chismes; a participar en la interacción y cooperar para que salga mejor y establecer  equilibrio en nuestras relaciones con los demás.
Con todo esto no está de más decir que nos pongamos más en la tarea de volver un poco al pasado, de utilizar toda esa riqueza que el lenguaje nos brinda y que hemos perdido poco a poco; de forjarnos en sus fundamentos, en sus pilares y llegar así a ofrecer diversas posibilidades ante una situación, potencializando el valor de la cooperación.

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